Antes de empezar a hablar de las utilidades de los calefactores y los deshumidificadores , primero de todo os explicaremos que son estos aparatos.
¿Qué es un deshumidificador calefactor?
Un calefactor, es un aparato, normalmente eléctrico i con combustión diésel o gas, que proporciona a una estancia o recipiente un flujo rápido de aire caliente continuo mediante un radiador que genera una fuente de calor y un ventilador que calienta rápidamente el aire y lo transmite al lugar en que se encuentre.
Por otro lado, los deshumidificadores, son unos aparatos que reducen la humedad ambiental. Consisten en una bomba de calor que proporciona una zona fría donde condensar la humedad y una zona caliente para recuperar la temperatura ambiental.
¿Qué utilidad tienen?
Una vez visto que son estos aparatos, a continuación vamos a explicaros las principales utilidades de estos.
Los calefactores y los deshumidificadores, se utilizan para secar las superficies a pintar, así como el yeso de las paredes o los pavimentos de las cocinas de los hoteles o restaurantes, antes de pintar con pinturas de «Epoxi». Sin embargo, también se utilizan para secar los pavimentos para colocar el parqué o sencillamente para sacar las humedades.
Aparte de todas estas utilidades, los calefactores también son utilizados para calentar las carpas para eventos de todo tipo, como fiestas … etc.
Técnicas de secado de un deshumidificador
A continuación os explicaremos los 3 tipos de técnicas de secado que existen:
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Secado por des-humidificación:
El Secado por des-humidificación se centra en la extracción de la humedad del ambiente. Esta forma de secado es más lenta que la del secado por calor, este tipo de secado se utiliza en lugares cerrado donde no es posible desalojar personas. Aunque es más lento que el secado por calor, permite acelerar el proceso de secado natural y garantizar el uso del espacio afectado por la humedad mientras la maquinaria opera.
Para poder realizar este tipo de secado, el tipo de máquina que se debe utilizar es un des-humidificador.
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Secado por infrarrojos o calor:
Es la forma clásica de secado, consiste en elevar la temperatura y aplicar calor al inmueble afectado. Este tipo de secado se utilizan en espacios abiertos donde no es posible elevar la temperatura del aire o en casos donde la humedad es tan elevada que se necesita esta exposición de calor para que la humedad quede reducida al mínimo.
Para este tipo de secado se cuenta con emisoras de rayos de infrarrojos eléctricos o de gas mediante la combustión de gasóleo, sin embargo, también se utilizan generadores de aire caliente o gasoil y calentadores portátiles de aire.
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Secado por ventilación:
De las mismas técnicas de secado, esta es la alternativa más lenta y su uso depende de las condiciones medioambientales y de las características propias del inmueble.
Esta técnica básicamente lo que hace es utilizar grandes cantidades de aire con humedad para ayudar al proceso natural de secado, se utiliza en espacios grandes donde predomina la humedad ambiental y donde es posible la humedad a gran escala de volúmenes de aire.